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Tal como el nombre lo indica, un activista es una persona que sirve activamente a los menos privilegiados. Lo principal aquí es otorgar parte de tu tiempo a una buena causa específica y asumir un rol de ayuda, ya sea de tiempo completo o en los días u horarios que tengas libres. El voluntariado es el corazón del activismo social ya que podrías participar de la mano con organizaciones de la sociedad civil (sin tener que fundarlas o dirigirlas) como Organizaciones No Gubernamentales (ONG), Asociaciones Civiles (AC), agencias, instituciones y fundaciones.

Si tomamos de ejemplo las mencionadas en la publicación sobre 8 ONG´s, fundaciones e instituciones no lucrativas relacionadas con la arquitectura podrías ver que existen toda clase de organizaciones, con distintos enfoques y con distintos tamaños (locales, regionales o globales), y en ellas podrías aplicar tus conocimientos en la arquitectura, apoyando a una familia a construir su hogar con los recursos mínimos, ayudando a una comunidad a construir un centro educativo con materiales locales, apoyando a una reconstruir estructuras después de un desastre natural, diseñando y construyendo divertidos parques de juegos infantiles en comunidades de escasos recursos, entre otras acciones.

También existen otros tipos de activismo sociales que tienen mucho que ver con la responsabilidad que tenemos como arquitectos y arquitectas proyectistas con la sustentabilidad:

• Activismo del consumidor: Ser consumidores responsables, éticos y conscientes es esencial en este apartado. Como proyectistas tenemos la decisión de elegir y seleccionar cada elemento de nuestro diseño, desde qué lavabo tendrá un baño hasta qué mármol se usará en un muro decorativo, por lo que es nuestra responsabilidad asegurarnos de que las empresas a las que compramos los productos lleven a cabo las mejores prácticas a favor de la sostenibilidad, el consumo local y las 7 Rs de la economía circular (Rediseñar, Reducir, Reutilizar, Reparar, Renovar, Recuperar y Reciclar). Ser un consumidor responsable es una de las mejores herramientas de la sociedad para influir en las empresas a actuar. 
• Activismo del inversor: Similar al anterior pero enfocado a las decisiones que deben tomar las personas al invertir en una compañía o en otra. Deberás invertir bajo un criterio de sostenibilidad medio ambiental, social y económica, por ejemplo, invirtiendo en empresas que apuesten por las energías renovables en lugar de aquellas que siguen produciendo combustibles fósiles.