Monumento al Desarrollo Sustentable

Desde una perspectiva elevada y apoyándose de los avances tecnológicos actuales se generaría una gran semejanza entre la ruleta de colores del logo de los ODS y el Monumento al Desarrollo Sustentable. Una base de concreto ayudaría a sostener las estructuras metálicas y su acabado en concreto pulido blanco fortalecería el parecido con la reconocida ruleta, lo que a su vez respetaría el manual corporativo oficial sobre las pautas para el uso del logotipo donde establece que este puede ser colocado únicamente sobre un fondo blanco o gris claro (Departamento de Comunicación Global de las Naciones Unidas, 2020).

Durante el proceso de diseño se plantearon diversas alturas, anchuras y formas para las
estructuras metálicas, así como distintas distribuciones dentro de la glorieta. También se
analizó modificar las alturas de las estructuras y colocarlas en orden ascendente para
emular el crecimiento y el desarrollo, pero se optó por mantener una altura uniforme con el fin de evitar interpretaciones de que existen Objetivos más importantes que otros cuando en realidad todos están conectados entre sí y tienen la misma relevancia.

Tal como indica el reconocido lema de la Agenda 2030 “Leave No One Behind”, no se debe dejar a nadie atrás en el camino hacia el desarrollo sustentable. La Glorieta María Luisa tiene una ubicación acorde a este inspirador lema debido a que se localiza en la zona suroriente de la ciudad, la cual cuenta con un menor desarrollo a comparación de la zona norte. El espacio destinado para la ubicación del monumento se encuentra en la intersección de la calle 20 y la calle 21 de la colonia María Luisa y actualmente posee una fuente que será sustituida por la nueva obra ganadora sin modificar el área de la glorieta existente.

Así como fue indicado en la Convocatoria la Glorieta María Luisa se sitúa en un contexto
muy homogéneo con construcciones no muy altas que le otorgan una marcada
horizontalidad con el predominio de uso habitacional y algunos usos comerciales, y es
debido a este análisis que la percepción de un “árbol” generada por el monumento desde
una escala humana es más horizontal que vertical, midiendo 8 metros de ancho y 5.5
metros de alto. De igual manera, la Convocatoria es precisa al indicar que a pesar de que las avenidas cuentan con árboles de talla media, al aproximarse al punto en cuestión la
vegetación se vuelve escasa, lo que fortalece la idea de representar un “arbol en desarrollo” en la intersección de las cuatro vialidades.

La glorieta se encuentra próxima a un parque que cuenta con una cancha de
fútbol/básquetbol y juegos infantiles, lo que atraería el interés de los niños, adolescentes y
jóvenes. El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (2019) afirma que “uno de cada
cuatro habitantes del país es joven (24.6%)” por lo que su participación constante y
responsable como agentes de cambio es esencial y deben ser incluidos en las acciones a
favor de la Agenda 2030. En adición a esto al frente de la glorieta se encuentra la iglesia
parroquial Santa Luisa de Marillac y, de igual manera, es importante la participación de las
instituciones y congregaciones religiosas para lograr los Objetivos.

Los lineamientos establecidos en la Convocatoria son respetados en esta propuesta: la base posee un diámetro de 7.6 metros mientras que el límite es de 8 metros por lo que
permite dejar más espacio al cinturón de área verde que debía medir 1 metro como mínimo y la altura total de la obra es de 5.5 metros por lo que no rebasa los 8 metros delimitados.

Materializar el primer ejemplar en el mundo de arte público enfocado a los Objetivos de Desarrollo Sostenible sería una acción local que tendría un alcance e impacto global y
aumentaría el reconocimiento de Mérida como una “Ciudad de la Paz” dispuesta a llevar a
cabo las acciones requeridas por el bien común. Cada país, sector, industria, institución gubernamental o no gubernamental, negocio, comunidad, cultura, grupo religioso o persona, debe ser parte de la transformación para el lograr el futuro que todas y todos queremos y en especial la ciudad que deseamos como meridanas y meridanos.

Para diversos autores e instituciones los términos sostenible y sustentable presentan el
mismo significado, mientras para otros poseen algunas diferencias, lo que genera un
extenso y confuso debate entre la población. El motivo de optar por el término “sustentable” para el título de este monumento se debe a que esta es la palabra más utilizada y con mayor aceptación en México y en Yucatán. Podemos darnos cuenta de esto a través de distintas instituciones y acciones de carácter público en los diferentes niveles de gobierno presentes en nuestro estado y nuestra ciudad, tales como: la Secretaría de Desarrollo Sustentable (SDS Yucatán), la plataforma Mérida Sustentable dirigida por la Unidad de Desarrollo Sustentable del Ayuntamiento de Mérida, el Plan Maestro de Movilidad Urbana Sustentable y el Plan Integral de Movilidad Urbana Sustentable (PIMUS Mérida 2040).

Incluso a cinco años de la adopción de los ODS el desconocimiento sobre estos es muy alto entre la población y se necesitan medidas para fomentar su comunicación y difusión. La década 2021-2030 es fundamental y deberá estar plagada de acciones ambiciosas si
queremos de alcanzar los Objetivos para 2030 (Organización de las Naciones Unidas,
2020). Es por este motivo que el 2020 es un año ideal para crear un Monumento al
Desarrollo Sostenible y de esta manera motivar a toda la población a hacer su parte en este extraordinario ejemplo de alianza global.

Al realizar un monumento para los ODS y la Agenda 2030 realmente se tratarían todos los posibles significados indicados en la Convocatoria ya que este acuerdo internacional tiene una visión holística de cómo debemos cambiar nuestro mundo para mejorarlo, lo que implica buscar y asegurar la paz en nuestras sociedades, generar un sentido de ciudadanía global y de corresponsabilidad y fortalecer la resistencia de la identidad local mientras al mismo tiempo se promueve la inclusión de la multiculturalidad.

A pesar de que los ODS concluyen en 2030 las prácticas para un desarrollo sostenible serán prioritarias durante toda nuestra existencia por lo que este sería un monumento de carácter trascendental que reforzaría la relevancia de este tema. El Monumento al Desarrollo Sustentable serviría para mostrarle a las futuras generaciones cómo comenzamos a actuar internacionalmente en busqueda de un mundo en el que las sociedades inclusivas generan un mayor crecimiento económico que no degrada al medio ambiente y los ecosistemas de nuestro preciado, y único, planeta Tierra.